Experiencia de lo electoral
La Reforma Política 2014 nos acerca a las nociones de comprensión y aplicación; es decir, una interpretación de la experiencia, idea que se distingue de la objetivación propia de las ciencias naturales y de la historia. La experiencia, vista así, se refiere a algo que no es como hemos supuesto, pero que logra una unidad con nosotros. Esta experiencia busca un reconocimiento de sí mismo a partir de lo infrecuente. Pero no se resuelve en un saber absoluto de identidad de conciencia y objeto. G. Gadamer establece: “la esencia de la experiencia es estar abierto a nuevas experiencias”. La razón es simple, el hombre experimentado no es dogmático.
Del saber absoluto hay que pasar a la apertura de la experiencia, en virtud de la esencia histórica y de la finitud humana. En esa línea la administración de las elecciones es experiencia y razón histórica del procedimiento electoral mexicano, base de su democracia: los trabajadores del hoy Instituto Nacional Electoral.
La estructura de esta experiencia tiene mucho que ver con la estructura del diálogo socrático en cuanto a la imagen de “partera de la palabra”. El habla auténtica habla de la verdad de lo que se habla, el “logos” que no es tuyo o mío. Visto así la experiencia adquiere condición de conversación: el que quiera pensar tiene que preguntarse. Por ello la Reforma Política 2014 habla de una experiencia dialógica. Desde luego, no es una experiencia clausurada o absoluta: se constituye como momento de la historia: no es posible agotar el sentido y alcance de lo reformado o cerrar su horizonte de sentido.
Gadamer lo establece en su ensayo Verdad y Método: “Para nuestra experiencia –como interpretación de los hechos- es incuestionable que la obra misma es la que despliega su plenitud de sentido al paso que se va transformando su comprensión”, aplica para la reforma: constitucional, legal, reglamentaria, acuerdos, decisiones. La comprensión no se agota en el legislador, ni consiste en revivirla. No se trata de qué-sea-interpretar, más bien las voces que discutieron 56 iniciativas nos conducen a qué-es-entender. La importancia de la ley reside en que en ella toma lugar el hilo conductor del lenguaje. Arroja así una nueva luz sobre la concepción del pensamiento político y electoral (escrito, Normas), que ha causado Estado.
El tratamiento de la experiencia es central en la convivencia democrática. La experiencia explica la estructura de la pregunta, y la primacía del procedimiento electoral en la pregunta formula una tesis sustantiva sobre la palabra: el lenguaje tiene su existencia en el diálogo: es experiencia de mundo. El significado de experiencia es uno de los menos definidos, precisamente porque se da por supuesto. Por este motivo es necesario el análisis de su concepto y la aclaración de la experiencia.
La experiencia auténtica se caracteriza negativamente, ya que adquirimos experiencia sobre algo cuando nos damos cuenta de que NO es como habíamos pensado y de que después de la experiencia conocemos mejor ese objeto. La experiencia es el camino por el que la conciencia se reconoce en lo extraño y lo ajeno para asumirlos dentro de sí. El saber que la experiencia proporciona no es un saber teórico, ni técnico. Es posible por la irreductibilidad de éste a su objeto. El saber que la experiencia transmite no es un saberse ya algo, sino un REVELAR CADA VEZ CIRCUNSTANCIAS NUEVAS EN UN PROCESO que nunca es ni puede considerarse definitivo, no se trata de que el saber anterior sea falso, sino que ha de ser considerado desde la perspectiva abierta por una nueva experiencia. De ahí que toda experiencia refiera siempre a otra experiencia, al permanecer abierto a nuevas experiencias.
Por eso al que llamamos experimentado no es el que ha llegado a serlo después de muchas experiencias, sino el que está siempre abierto a nuevas experiencias y aprende de ellas. El experimentado no es el que se las sabe todas, sino el que es consciente de que cada experiencia es única e irrepetible. Esquilo, lo dijo así: se aprende sufriendo. Toda experiencia que sea tal nos hace conscientes. El que posee experiencia sabe que no puede disponer del futuro, puesto que éste está abierto y por tanto es necesario contar con lo inesperado y no confiarse totalmente a las propias expectativas, conscientes de que cualquier intento de someterlo al propio poder es vano.
Por eso el experimentado es consciente de su finitud, en definitiva, de su saberse situado. Apertura y finitud propia de la experiencia hace que el experimentado sepa del carácter único de la experiencia. Esa es la contribución de los expertos electorales. 2015 será, sin duda, una experiencia nueva e inédita; empero que sólo y solamente pueden realizar los experimentados abiertos a esa nueva experiencia.
La opinión de : Ignacio Ruelas Olvera